La huella de carbono se define como la totalidad de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto. Conocer la Huella de Carbono permitirá, además de conocer el impacto de las emisiones, elaborar un plan de reducción y compensación identificando las fases del ciclo de vida en las que se pueda intervenir directa o indirectamente. Existen diversas metodologías para conocer la magnitud de la huella de carbono, que se mide en masas de CO₂ equivalente; el registro nacional de huella de carbono incluye una herramienta que facilita su cálculo por parte de las organizaciones que desean inscribirse.

La Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León ha recibido el 28 de mayo de 2018 el certificado de inscripción en el registro de huella de carbono correspondiente a los años 2013, 2014, 2015 y 2016, donde además se constata la reducción de las emisiones en un 6,57% del trienio 2014-2016 respecto al trienio 2013-2015.

En total son 371 las organizaciones registradas, según datos del “Informe de síntesis sobre el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción” del año 2016, siendo 626 el número de huellas inscritas. Castilla y León cuenta con 37 organizaciones en el registro, situándose en tercer lugar según el número de entidades registradas sólo por detrás de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana. La Fundación Patrimonio Natural pasa a engrosar el número de organizaciones inscritas en la comunidad entre las que se encuentran otras entidades de la administración pública como el Ente Regional de la Energía de Castilla y León (EREN), el Ayuntamiento de León o el Ayuntamiento de Valladolid. 

La Fundación, que cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental verificado por el reglamento EMAS de la Unión Europea desde el año 2010, intenta garantizar, de acuerdo con su Política Ambiental, la sostenibilidad de las actividades que se realizan desde las Casas del Parque de la comunidad. Esta certificación ayuda a visibilizar los esfuerzos de la organización en reducir sus emisiones de GEI y luchar activamente contra el cambio climático.

Desde la Fundación se sigue trabajando en esta línea con un plan de mejora continua que, entre otros aspectos ambientales, incluye la reducción de las emisiones de GEI. Por ejemplo, desde la sede central de la Fundación, situada en el edificio PRAE, se cuenta con el ambicioso objetivo de convertirse en un edificio de emisiones cero, reduciendo progresivamente las 35,77 toneladas de CO₂ equivalentes emitidas en el año 2016. Se trabaja además en diferentes proyectos de mitigación, como el Interreg-POCTEP MOVELETUR, que fomenta la movilidad eléctrica en espacios naturales.