Parque natural Sabinares del Arlanza - La Yecla
El Parque Natural Sabinares del Arlanza - La Yecla abarca dentro de su territorio, además del desfiladero que le da nombre, el valle medio del Arlanza, las Peñas de Cervera, el cañón del Matavicias, la meseta de Carazo el monte Gayubar y la sierra de Las Mamblas. El famoso paraje de La Yecla es una profunda y estrecha garganta excavada en los espesos bancos de calizas que caracterizan el relieve de las Peñas de Cervera. Una serie de puentes y pasarelas colgantes permiten recorrer andando esta cluse, a fondo no llegan casi nunca los rayos del sol.
En estas tierras burgalesas se localizan los que se pueden considerar los más extensos y mejor conservados sabinares de todo el planeta. Algunas de las sabinas del Arlanza superan los dos mil años de vida.
El relieve rocoso -con grandes cortados calizos prácticamente inaccesibles- ha favorecido el desarrollo de una variada y abundante población de aves rapaces entre las que destacan las cerca de cien parejas de buitre leonado.
El Arlanza es el río mitológico por excelencia de Castilla y en sus aguas se reflejaron los rostros legendarios de sus héroes fundadores. Por si todos los encantos naturales que atesora en su interior tan laberíntico paisaje no fuesen suficientes, en pocos kilómetros y formando un triángulo irrepetible se localizan tres joyas patrimoniales de categoría universal: las ruinas del monasterio de Arlanza, la villa de Covarrubias y el claustro románico de Santo Domingo de Silos.
Vegetación
La encina, que por lo general presenta un porte arbustivo debido al intenso carboneo a que ha sido sometida, acompañada de matas de sabina, enebro y en el estrato inferior por aulagas, tomillos, lavándulas y gayuba, junto con la sabina que ocupa los suelos más pobres dando lugar a una formación abierta, son las especies a destacar. Sin olvidar otras formaciones como el quejigar que ocupa los terrenos margosos y coluviales profundos, los rebollares que adoptan la forma de monte bajo y ocupan suelos silíceos, la escasa vegetación ripícola que acompaña a los ríos Arlanza y Mataviejas, y por último los pinares que se presentan en tres especies: Pinus pinaster, Pinus sylvestris y Pinus nigra.
Fauna
Desde un punto de vista faunístico la zona presenta especial interés por encontrarse en la misma varias colonias de buitre común, alimoche, águila real, águila perdicera, búho real, rabilargo, chova piquirroja. Entre los mamíferos están catalogados de interés especial el desmán de los Pirineos y el gato montés, junto a otras especies de interés como liebre, conejo, zorro, jabalí y corzo. Por otra parte, entre los artrópodos, destacar la presencia del cangrejo autóctono de río.
Geomorfología
La geomorfología de la zona está marcada por los bancos calizos del Cretácico Superior y por los movimientos que en ellas produjo la orogénesis Alpina. Estos bancos forman el techo geológico que suavemente ondulado por la orogenia Alpina es erosionado intensamente por ríos y arroyos, dando lugar a un relieve general típicamente calizo conforme: depresión sinclinal del río Mataviejas y la loma anticlinal rebajada de Santo Domingo de Silos, que la flanquea por el Norte.
Paisaje
Topografía escarpada de paredes calizas, atravesadas por el río Cauce, Arlanza, Mataviejas, ..., en las que contrasta la roca vertical salpicada en algunos lugares por sabinas, encinas, quejigos y alguna fuente que alimenta la corriente.
Valores que justifican su declaración
Los principales recursos naturales de la zona son la geomorfología (los cañones y escarpes calizos), la vegetación (el sabinar y el encinar) y la fauna (las colonias de buitre leonado) que forman un paisaje íntimamente relacionado. Junto a ellas no se pueden olvidar dos centros culturales de primer orden, ya que en ellos se gestó Castilla y el castellano: Covarrubias y Santo Domingo de Silos.