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Más del 55 % de los animales que ingresan en los C.R.A.S. son liberados

Más del 55 % de los animales que ingresan en los C.R.A.S. son liberados
Suelta águila calzada
Los tres centros de recuperación de animales silvestres ubicados en Valladolid, Burgos y Segovia, y los dos centros de recepción de fauna silvestre en Salamanca y Zamora recibieron durante el año 2015 a más de 3.900 animales, entregados en su gran mayoría por particulares y agentes medioambientales de Castilla y León. Las aves son los animales que más ingresan en los centros, con casi un 70 %, seguidas de los mamíferos.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, a través de la Fundación Patrimonio Natural, gestiona en la actualidad tres centros de recuperación de animales silvestres en Valladolid, Burgos y Segovia, y dos centros de recepción de fauna silvestre en Salamanca y Zamora. Estos centros conforman una red que da servicio a todo el territorio de la Comunidad, y se garantiza una correcta atención a cualquier animal que ingresa en un C.R.A.S.

Durante este año 2015 han sido 3.963 los animales que se han recibido en los cinco centros, lo que representa un número ligeramente superior a los datos del año anterior (3.947). La mayor cifra corresponde a las aves, que representan el 69 % de los ingresos, seguidas de mamíferos, y en un número muy pequeño, reptiles.

Del total de animales que ingresaron vivos, el 55,6 % fueron liberados en el medio natural tras seguir un proceso de recuperación y determinar el equipo veterinario que estaban en buenas condiciones para su reintroducción. Para ello, no solo se tiene en cuenta su estado, sino también otros factores que pueden afectar a la especie, como son la época del año para las aves migratorias o la elección de un hábitat adecuado en un entorno próximo a la zona en la que fueron recogidas.

Para facilitar la rápida adaptación de los animales, los agentes medioambientales los liberan en los lugares donde han sido recogidos, salvo en el caso de que su ingreso se haya producido por causa de envenenamiento o colisión con tendidos eléctricos, localizándose en este caso un hábitat lo más adecuado posible, libre de cualquiera de estos factores de riesgo.

En cuanto a las causas de ingresos, el mayor número corresponde a pollos de aves que por diferentes causas se caen de sus nidos y, al no poder regresar, sufren problemas como desnutrición o hipotermia. Los choques y los traumatismos son las otras causas más frecuentes de ingreso en los centros.

El buitre leonado y el cernícalo vulgar son las especies que más frecuentemente ingresan en los C.R.A.S., seguidos del busardo ratonero y de la cigüeña blanca.

Los particulares, agentes medioambientales, celadores y personal de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente son los colectivos que más animales han llevado hasta los centros. También la labor de la Guardia Civil, fundamentalmente del Seprona, y de las diferentes policías es muy importante para que todo el procedimiento se ponga en marcha con rapidez, aumentando de esta manera las posibilidades de recuperación de los animales silvestres con necesidades de tratamiento veterinario u otras de atención.

El trabajo en cualquiera de los centros que conforman la red de atención de fauna silvestre de Castilla y León se inicia con el ingreso de un animal que es recogido por presentar un delicado estado de salud. Una vez en el centro, el equipo de atención le abre historial clínico y recibe las primeras curas. En función de la gravedad de las lesiones observadas, el equipo de atención veterinaria puede decidir el tratamiento médico o quirúrgico adecuado o su traslado, si procede, hasta los centros de Burgos o Valladolid. Tras recibir el tratamiento adecuado a los problemas que presenta, son sometidos al proceso de rehabilitación más adecuado. El ciclo se cierra con la liberación en el medio natural del animal una vez completada su recuperación.

C.R.A.S. en Castilla y León

Los centros de recuperación de animales silvestres realizan una labor de atención de la fauna silvestre de Castilla y León que consiste en la recuperación de aquellos animales que como consecuencia de un accidente o incidente han resultado lesionados para su posterior reintroducción en el medio natural. A su vez, entre otras actividades también se encargan de la cría de pollos caídos de nidos o afectados por actividades humanas para su posterior liberación; de la cría de especies amenazadas para el reforzamiento de las poblaciones silvestres; o del seguimiento de las enfermedades que afectan a la fauna silvestre y al hombre, como la tularemia, la brucelosis, la tuberculosis o la influenza aviar, así como la determinación de los posibles casos de envenenamiento de la fauna silvestre.