LINARES: ubicado al sur de la Merindad de Sotoscueva, este pequeño núcleo rural conserva una interesante arquitectura popular vinculada a labores agrarias y ganaderas y un antiguo humilladero.
EL ENCINAR: nos encontramos en un espacio de transición bioclimática donde conviven especies vegetales atlánticas con otras mediterráneas, entre las que predomina la encina. La encina, que aquí se desarrolla como arbusto, posee durante todo el año una hoja verde y dura.
IGLESIA ROMÁNICA DE BUTRERA: estamos ante una de las joyas del románico burgalés. La iglesia de Nuestra Señora de Septiembre está declarada Monumento Nacional. Una esbelta espadaña sobresale de este compacto edificio, que presenta planta de cruz latina y ábside semicircular. Sus ventanas, canecillos de temática variada y un altorrelieve que muestra a Adán y Eva en el paraíso, avalan su gran calidad escultórica.
Su interior, no abierto al visitante, guarda tallas de gran valor como el relieve de la Adoración de los Reyes Magos y una virgen románica. Junto al muro oeste se localizan varias tumbas.
BUTRERA: el caserío de Butrera ha sabido acomodarse a la fuerte pendiente del terreno. Entre las estrechas y empinadas callejas existen varios rincones donde se puede observar la característica arquitectura popular, que emplea principalmente piedra y madera.
Entre encinas y quejigos, este ameno itinerario enlaza, bordeando el alto conocido como Pantarra, la iglesia románica de Butrera con el cercano núcleo de Linares. Retomamos a Butrera por un camino más cómodo.