Senda del Cerro Alto

Segovia Parque natural Hoces del río Riaza
Senda del Cerro Alto
Nomenclatura: PR-SG-8. Tipo de recorrido: Ida y vuelta Punto de partida y de llegada: Valdevacas de Montejo. Longitud: 750 m. ida Duración: 10 minutos. Desnivel: 40 metros. Tipo de camino: Camino forestal. Dificultad: Baja. Época recomendada: Todo el año. Teléfono de emergencias: 112. NOTA: a lo largo de la senda la cobertura de telefonía móvil es reducida.

Partiendo de Valdevacas de Montejo, desde la calle de la Fuente, y siguiendo la señalización, nos aproximamos hasta la iglesia del pueblo. Dejando este emblemático edificio a nuestra derecha, ascendemos, durante 700 metros, al cerro El Alto. Una vez allí, desde esta magnífica atalaya, tendremos acceso a unas excepcionales vistas del entorno. Podremos divisar, a nuestra izquierda, una gran masa de pino negral (Pinus pinaster) y detrás de ésta, la Sierra de Pradales. En cambio, al norte, divisamos el valle del río Riaza, la cuenca del Duero y la Sierra de la Demanda y al sur la Sierra de Ayllón.

Este mirador dispone de unos paneles interpretativos con la toponimia de los lugares más representativos del paisaje que observamos desde allí, además cuenta con unos bancos desde los que podremos disfrutar de las magníficas vistas mientras descansamos.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Podemos completar esta senda con una visita por la localidad de Valdevacas de Montejo, típica villa serrana que conserva interesantes ejemplos de arquitectura tradicional. Esta población, asentada en lo alto del páramo, se remonta a la Edad Media, momento en el que perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Montejo, de la que proviene su denominación, al igual que ocurre con otras localidades del entorno.

Tanto en el casco urbano como en sus alrededores, podemos descubrir diversas edificaciones tradicionales entre las que destaca la iglesia parroquial, un templo de estilo barroco, de una sola nave dedicado a San Cristóbal. En su interior, podemos contemplar retablos neoclásicos, un excelente cristo gótico y una pila bautismal románica.

Otras construcciones que aún se conservan, mantienen aún vivo el recuerdo de los oficios tradicionales y de la necesidad de construir con los materiales del entorno. Destacan los palomares, el lavadero, la fragua y diversas bodegas subterráneas.