EL HAYAL DE QUINTANILLA: es uno de los numerosos bosques de hayas que pueblan los montes de Las Merindades y la Cordillera Cantábrica. El haya se identifica con lugares naturales puros, limpios y bien conservados.
Habitualmente, el haya es un árbol de tamaño mediano que aparece en espacios húmedos y sombríos, ubicados entre los 600 y 1700 metros, donde convive con rebollos, pinos, tejos, acebos y otras especies. Se caracteriza por su tronco gris y liso, sus ramas gruesas, su copa amplia y densa, y sus verdes hojas que brotan cada primavera y añaden un alegre colorido con la llegada del otoño.
QUINTANILLA DEL REBOLLAR: verdes prados, que confirman la intensa actividad ganadera del valle, y bosques de rebollos, pinos y hayas rodean Quintanilla. Este excelente conjunto, distribuido de forma irregular en torno a varias calles, conserva buenas muestras de una arquitectura que manifiesta los rasgos característicos de la casa montañesa o cántabra.
En el centro del pueblo se ubica un singular edificio que hace las funciones de lavadero, fuente y abrevadero para el ganado. Hoy, las antiguas escuelas se han transformado en la Casa del Monumento.
Debido a la fuerte pendiente, la ruta está recomendada para los montañeros más expertos. Desde la Casa del Monumento, entre verdes pastizales ganaderos, nos dirigimos hacia Herrera. Comenzamos un largo y pronunciado ascenso hacia el norte. Cruzamos varios arroyos y pasamos cerca del Refugio Pico del Ángel antes de descender a Quintanilla del Rebollar. El recorrido nos adentra en varias masas forestales donde existen pinos, roble albar o cajiga y rebollos.