En ciertas épocas del año, el arroyo de La Mea nos brinda un magnífico espectáculo al precipitarse al vacío por un cortado calizo. Una vez realizado este corto paseo podemos acercarnos a Puentedey para contemplar el poder erosivo de la naturaleza. Aquí, el río Nela ha tardado miles de años en modelar un puente natural sobre el que se levanta una parte de su caserío.
CASCADA DE LA MEA: cerca del entorno conocido como Canales de Dulla, el arroyo de La Mea recoge las aguas procedentes de la lluvia y del deshielo invernal. En su corto recorrido hacia el río Nela, el arroyo llega a un cortado calizo donde salta al vacío.
Arces, encinas, quejigos, sabinas, chopos y sauces nos acompañan en el paseo. Pocos días del año es posible disfrutar de este maravilloso espectáculo.
En las proximidades de Quintanilla de Valdebodres, esta cascada la encontramos al final del estrecho cañón, tapizado por un magnífico bosque de quejigos. En la ribera, la variedad vegetal es mayor, alternando fresnos, arces, majuelos y chopos. Muy cerca de la cascada, en la localidad de Puentedey, encontramos otro extraordinario fenómeno natural que merece la pena ser visitado: su puente natural, que el río Nela ha ido excavando a lo largo del tiempo.