Las lluvias de las últimas semanas permiten disfrutar de las lagunas de Villafáfila en su máximo esplendor
Después de un largo periodo de sequía y varios inviernos consecutivos sin apenas precipitaciones en la Reserva natural, las lluvias de las últimas semanas han devuelto a las lagunas de Villafáfila gran parte de su esplendor. En pocos días se ha pasado de 90 ha inundadas en la laguna Salina Grande, a casi el lleno total en las 550 ha del complejo lagunar.
La Reserva natural de Villafáfila, situada en plena Tierra de Campos zamorana, es uno de los lugares más importantes para la observación de aves procedentes del centro y norte de Europa, que llegan hasta este enclave, para pasar estos meses fríos. Los meses de diciembre y enero es cuando se alcanzan la mayor cantidad de aves en la Reserva.
Estas grandes concentraciones invernales se producen debido a la privilegiada situación geográfica de Las lagunas de Villafáfila, en plena ruta migratoria de cientos de especies que a lo largo del año se desplazan hasta el sur de la Península Ibérica o el norte de África, procedentes de toda Europa.
En el último censo de aves acuáticas realizado el pasado mes de diciembre en la Reserva, se contabilizaron más de 25.000 ejemplares. Destacan sobre todo los grandes números de chorlitos dorados europeos, con más de 9.500 censados o las 8.757 avefrías, aunque las especies más llamativas continúan siendo las grullas con 543 individuos y los ánsares comunes de los que se observaron 580 ejemplares.
También se pueden ver estos días grandes cantidades de ánade azulón, pato cuchara, cerceta común, ánade silbón y friso, focha o tarro blanco. Y en menor número gaviota reidora y sombría, avoceta, correlimos común o combatiente entre otras. Así hasta 31 especies diferentes se censaron el pasado 14 de diciembre, la mayoría de las cuales permanecerán en la Reserva durante todo el invierno. Sin duda, el momento ideal para que los aficionados a la observación de aves o los amantes de la naturaleza en general puedan disfrutar de un magnífico espectáculo.
Como especies poco habituales, que se han localizado en la Reserva estos últimos días, destaca la presencia de dos ejemplares de ánsar campestre de la taiga y hasta 22 ejemplares de ánsar careto, todos ellos unidos a los grupos de ánsar común. También se ha localizado un ejemplar de falaropo picogrueso, especie que sólo aparece en la Reserva de manera ocasional y de la que este año se han llegado a contabilizar 9 ejemplares.
La Reserva cuenta con varios observatorios de aves situados en las principales lagunas y desde donde poder observar con facilidad esta abundante y diversa fauna. En el término municipal de Revellinos, junto a la carretera de Villalpando, está el observatorio de las lagunas de la Rosa y Barillos; en Villarrín de Campos tenemos el observatorio de la laguna de San Pedro y por último el observatorio de Otero de Sariegos, situado al borde de la laguna Salina Grande. Todos estos miradores cuentan con telescopios gratuitos de uso público, para facilitar la observación de la fauna en cada una de las lagunas.
La Casa del Parque
Como punto de partida o para complementar la visita, la Reserva cuenta con la Casa del Parque de “El Palomar”. Este centro, con 23 ha de extensión, alberga en su interior un edificio de interpretación de la naturaleza y dos pequeñas lagunas. Además de los numerosos recursos expositivos y audiovisuales con los que cuenta, dispone de personal especializado que ayudará a los visitantes a mejorar notablemente la visita a la Reserva natural.
Las dos lagunas del complejo cuentan con un recorrido perimetral de 1,5 km de longitud y 8 observatorios de aves, algunos de ellos dotados con cristal espía, desde los que poder observar la fauna sin ser vistos. Estas lagunas son el lugar idóneo para que las personas no especializadas o los niños disfruten de las aves a muy corta distancia.
La Casa del Parque permanece abierta al público de viernes a domingo en horario de 10:30 a 14:30 y de 16:00 a 18:30 h. Para grupos con reserva previa, la Casa se abre todos los días.