La provincia de León contiene abundantes y diversos materiales continentales de edad Carbonífero que han sido tradicionalmente explotados para la obtención de hulla y antracita. Esta minería en la segunda mitad del XIX y en el siglo XX supuso un importante motor económico, pero en la actualidad se encuentra en recesión.

Bajo estas premisas, Esperanza García, Esperanza Fernández (Universidad de León) y Rodrigo Castaño (IGME), con la colaboración de Carmen Álvarez (Jardín Botánico de Córdoba), decidieron desarrollar un proyecto de recuperación, tratamiento y catalogación del material fósil procedentes de las minas de carbón de la provincia de León.

Tras meses de trabajo, para el que han contado con la financiación de la Fundación Patrimonio Natural y de la Junta de Castilla y León, presentaron sus primeras conclusiones en las Jornadas organizadas por la Sociedad Española de Paleontología, que se han desarrollado entre los días 15 y 18 de octubre en el Museo del Jurásico de Asturias.

La Comunidad de Castilla y León no cuenta todavía con una normativa clara dirigida a la conservación y gestión del patrimonio geológico y paleontológico. No obstante, y especialmente a partir de la publicación de la nueva Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad en Diciembre de 2007, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha comenzado a desarrollar diversas estrategias encaminadas a conservar y gestionar dicho patrimonio.

En este marco, se encuentra este proyecto. Esperanza García, investigadora de la Universidad de León y cabeza visible de este proyecto destaca que las explotaciones constituyen, además de un patrimonio geológico y paleontológico de excepcional interés, un importante patrimonio histórico y cultural.

El objetivo fundamental de este proyecto es la creación de un fondo museístico general, que permita surtir de este material a los diversos centros de interpretación y museos de la Comunidad que así lo soliciten. Al mismo tiempo, está previsto un programa de intercambio de material con instituciones de fuera de Castilla y León.

En la actualidad ya se ha destinado una colección al Museo de los Árboles Fósiles de Hacinas (Burgos) y se han recibido solicitudes de dos centros, ambos en la provincia de León. Actualmente el proyecto cuenta con una colección cercana a los 600 ejemplares de flora fósil , número que se prevee aumentar hasta la finalización del proyecto, previsto para marzo del año 2009. Además de ser pionero en su campo, este proyecto es importante porque su realización ha surgido gracias a la iniciativa de una Administración Pública y porque su realización es posible gracias a la colaboración entre empresas privadas (dedicadas a la explotación del carbón), entidades docentes (Universidad de León) y el gobierno regional.

Es importante destacar que al catalogar y poner en valor el patrimonio paleontológico se evita en cierta medida su expolio y se minimiza la compra de material fósil por parte de museos y centros.